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II. Prioridades 2005-2006
Tema B. Mejorar la salud de los pueblos indígenas de las Américas Pueblos Indígenas en las Américas
En las Américas hay aproximadamente 45 millones de personas indígenas, pertenecientes a más de 400 pueblos diferentes que contribuyen al carácter multicultural, multiétnico y multilingüe de la Región. Como población, los indígenas representan casi diez por ciento de la población total de la Región. El número en relación con las poblaciones nacionales varían significativamente. En Bolivia, Ecuador, Guatemala y Perú, los indígenas representan 40% o más de la población total del país.
Las poblaciones indígenas de la Región viven principalmente en las comunidades remotas, rurales. Son más jóvenes y tienen tasas de fecundidad mayores que los promedios nacionales. Los pueblos indígenas están también sobrerrepresentados entre los más pobres y desfavorecidos; esto se traduce en condiciones de vida inferiores al promedio de vida y de salud. Por ejemplo, los indígenas, especialmente los niños, tienen mayor probabilidad de morir antes o sufrir los efectos de las enfermedades que en gran parte son prevenibles, como las carencias nutricionales, la diarrea, los problemas respiratorios y enfermedades transmisibles, prevenibles por inmunización. En términos generales, la esperanza de vida para las poblaciones indígenas es de manera característica 10 a 20 años menos que para la población en general.
Los pueblos indígenas siguen enfrentándose con las barreras geográficas, económicas y culturales que bloquean su acceso a los alimentos, la salud y los servicios necesarios. De 120 millones de personas que en las Américas no tienen acceso regular a los servicios de salud, un 40 por ciento son indígenas. Estas poblaciones también a menudo carecen de acceso al agua potable, los alimentos y el saneamiento. Además, la pérdida progresiva de los territorios ancestrales y los cambios ambientales no solo repercuten en sus medios de vida económicos y supervivencia cultural sino también afectan el suministro alimentario de ese modo aumentando la probabilidad de la malnutrición o la inanición.
Comunidades Indígenas Saludables: Lo que Funciona Bien y Por qué
Uno de los retos persistentes al colaborar con las comunidades autóctonas ha sido el fracaso de las intervenciones de salud pública que han sido probadas de ser eficaces en la población en general. Investigación operativa se necesita para comprender las adaptaciones que son necesarias para hacer estas intervenciones culturalmente apropiadas.
Los temas clave son:
• La introducción de una intervención eficaz en una comunidad indígena analizando los factores que influyen en su desarrollo exitoso; o la
• Demostración de las intervenciones nuevas eficaces cuando un problema se ha desarrollado luego de la introducción de una intervención de salud pública que funciona en la población general.
Áreas posibles en las actividades del proyecto
• Las comunidades indígenas tienen tasas de inmunización bajas en relación con otras
• Embarazadas no usan los servicios prenatales
• Letrinas recientemente instaladas no son usadas por los miembros de la comunidad
• Aumentaron las defunciones por malaria reportadas pero los servicios no se utilizan y el tratamiento no se usa de acuerdo a lo prescrito.
• Se informa altas tasas de interrupción del tratamiento de tuberculosis
• Baja cobertura de la planificación de la familia y tasas de fecundidad altas
• Sistemáticamente se reporta tasas altas de infección por VIH entre las poblaciones garífunas a pesar de las intervenciones
• La incidencia de las infecciones de transmisión sexual ha aumentado
• Las Mujeres indígenas no regresan para la atención de posparto y anticoncepción
• Los indígenas no usan los servicios de salud oportunamente
• Consideración de indicadores de calidades de la atención desde la perspectiva indígena
• Incorporación de las perspectivas, medicinas y prácticas indígenas en la atención de salud convencional
El Programa de Pequeñas Subvenciones de PAHEF podría ser de gran valor a una organización que tiene:
Los recursos técnicos y financieros para diseñar, ejecutar y evaluar una intervención que puede ser completada en 12 a 24 meses; el trabajo de experiencia con las comunidades autóctonas; y la capacidad de llevar a cabo los proyectos piloto pequeños.
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